Una gota de rocío
fresco aroma, silvestre adherido
néctar de tus besos,
cual lluvia arrancada de tu aliento
agitado, voraz te deseo
cuando rozas tu boca en la mía
con insaciable sed, y brío
dulce agonía en desespero
de tus labios,
en mi boca hambrienta
insaciable de tus besos
llevo tu recuerdo
prendido de mis pechos
-”siento tus manos
atravesando mi piel”
-“ah… como te recuerdo, amor mío”-
-“ah…cuanto te deseo, te deseo”-
cuando con un solo toque de tu mano
vibraba mi universo,
llevo tu recuerdo
latente cual marca en fuego
-“de amor, de placer”-
-“de sentirnos, de poseernos”-
con tu huella marcada
en mi espalda,
con tus dedos descendiendo
suaves y candentes,
entre mi falda ceñida
justa medida de mis nalgas,
invadidas, laceradas
con palmadas, al tiento
¡ah…como me incitas al duelo de tus dedos!
húmedos y bañados con mi fuego
exquisito almíbar, dulce a tu paladar
que devoras con furor en boconadas
al contraste de mis caderas,
bailando al compas
de tu cintura
cabalgando sobre tu trono
falo, salvaje poseído
que embistes sin compasión
pasional, salvaje movimiento
que en continuo bamboleo,
-“ah…hemos caímos al suelo”-
cadenciosos movimientos
con miradas ardientes que sean testigos
-“de mi locura, de tu locura”-
cuando estalles en mi boca
cuando estalles en mi vientre
¡ah…mis uñas te han herido tu espalda!
(un gemido…te quejas)
(otro gemido se escucha)
mientras te limpio, lesión injusta
con mis labios,
sorbo sudor y sangre
en su mezcla exquisita
entrega envilecida
de cuerpo versus cuerpo
te apoderas de mi
con furia y sin control
ritmo acelerado
al querer atravesar mis entrañas
con espada flamígera
que segregue tu simiente en mi
vorágine de sentimientos
cuando la muerte compara
-“dolor, placer”-
y se rinda en nuestros cuerpos
este deseo que nos lleve al orgasmo
alcanzando lo divino
despreciando lo terrenal
hada encantada soy en tus manos
cuerpo redimido soy en tus besos
ardor socavado por tu lujuria
que no detendrás,
hasta que estalles en mi boca
gritos que serán gemidos
arañazos que serán caricias
(gritos y gemidos)
(sollozos y risas)
¡ah…se ha consumado la obra!
en una rica y acompasada
cúspide, de explosivo orgasmo
y así comience de nuevo
este rito bajo la luna llena, encelada
con hechizo de hada
con deseo de lobo
entre ternura y fuerza
entre pasión y deseo
Ven se mi verdugo de nuevo…
Grechka Lee Maldonado
Mayo 27, 2009
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