Nuestro tiempo

Nuestro tiempo


Insto al destino
que hace de la sombra luz divina

plausible el deseo de tenerte
cobijado entre mis brazos

luz de sombra, sombra de mi alma
que calla y ansia tu cuerpo.


En cada pliegue de tu piel
quiero allanar mis sentidos

delineando cada surco escondido
alimentado esta pasión desbordada.


En el delirio de cada poro de tu piel
en la hoguera que enciende tu mirada…


Adición involuntaria, flama que abraza
la noche en mi lecho dormido

cuantas huellas dejas en este inminente
extravío silente, a la palabra ausente

que calla en su silencio, su amor impasible
agitada locura que domina mis ansias.


Silencios que se rompen al fugaz
misterio de tus besos

y en la voz que dibuja tus callados labios
pauso la nota enardecida

de un gemido tenue a mi oído
cuando el viento susurra un

“Te quiero”

rasgo delirios al preludio
roce pleno de nuestros cuerpos,

“tu cuerpo, mi cuerpo”

En alocado trance que me vierto
arrancando los esquemas del deseo.


Fogata anhelante, fuego desbocado
cuando me abro a tu universo

y me sumerjo en la inmensidad
de tu fuente entregada.


Suma de segundos al vibrato
éxtasis que convido y quiero

cuando te vuelcas en mi rebasando
la locura y letargo al poseerme.


Se acompasan los cuerpos
desentraña la espera intuida

ofrenda infinita que descubro en tus manos
al palpito, emoción desnuda

engastados en la forma, siluetas amantes
torbellino en las venas,

que quema, que desangra henchida
a esta locura inminente de poseerte.


Despertar enfrascada a tu cuerpo
torbellino obstinado, vendaval al cielo…


No alcanzara amarnos sin tiempo
al destello del amanecer

no alcanzara ser uno, escasa la noche
para sobrevivir de tu ausencia

para vestirme en llamas a la sombra del ocaso
al roce de un suspiro,

a la entrega, conjugando latidos
Donde te hallo, donde me pierdo…

Remontando al laberinto del tiempo…


Grechka Lee Maldonado
Marzo 20,2010
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